Déficit de Hierro

El hierro es un nutriente esencial para el cuerpo humano que se obtiene de los alimentos. El hierro es esencial para múltiples procesos vitales, entre los que destaca el transporte de oxígeno a los tejidos y su consumo es fundamental para la salud física y mental, además de proporcionar un nivel de energía adecuado.

Sin embargo, en determinadas circunstancias nuestro nivel de hierro en el organismo se puede ver disminuido  provocando un estado de déficit de hierro.

Según la OMS, la anemia por déficit de hierro es el problema nutricional más frecuente en el mundo (incluso en países industrializados) ya que afecta a más del 30% de la población mundial.

¿Cuáles son las principales causas del déficit de hierro?

Hemos de tener en cuenta que en relación con el déficit de hierro pueden coexistir diferentes causas

En ocasiones, el hierro disponible en nuestro cuerpo es insuficiente debido a:

a) Un aumento de pérdidas de sangre: Al perder sangre se pierde hierro. Si en el cuerpo no hay suficiente hierro almacenado para reemplazar el que se ha perdido, se produce anemia por deficiencia de hierro.

Las fuentes gastrointestinales o ginecológicas son comunes, dependiendo de la población de pacientes.

En las mujeres, las concentraciones bajas de hierro se pueden deber a pérdida de sangre por menstruaciones largas o abundantes o por miomas sangrantes del útero. Otra causa de la anemia por deficiencia de hierro en las mujeres es la pérdida de sangre que ocurre durante el parto.

El sangrado interno también puede causar anemia por deficiencia de hierro. Las pérdidas de sangre de este tipo no siempre son obvias y pueden ocurrir lentamente. Algunas causas de sangrado interno son:

  • Una úlcera sangrante, un pólipo en el colon o un cáncer del colon
  • El uso periódico de aspirina o de otros analgésicos, como los antiinflamatorios no esteroideos (por ejemplo, el ibuprofeno y el naproxeno) al aumentar el riesgo de hemorragia gastrointestinal
  • El sangrado de las vías urinarias

La pérdida de sangre por lesiones graves, cirugía o extracciones frecuentes de sangre también puede causar anemia por deficiencia de hierro.

b) Una disminución de la absorción: Aunque su alimentación contenga suficiente hierro, es posible que su cuerpo no pueda absorberlo. Esto puede deberse a una cirugía intestinal o a enfermedades del intestino, como la enfermedad de Crohn o la celiaquía (enfermedad celíaca), la gastritis atrófica (autoinmune) o la infección por Helicobacter pylori.

c) Un aumento de demanda: Puede ser de origen fisiológico (como durante el crecimiento, la lactancia o el embarazo) o no fisiológico (síndromes mieloproliferativos o tratamiento con agentes estimulantes de la eritropoyesis [AEE]).

d) Una reducción de la ingesta: una ingesta extremadamente baja de alimentos ricos en hierro puede dar lugar a una anemia ferropénica. Además algunos alimentos pueden dificultar la absorción del hierro, como los tanatos (presentes en el té), los fosfatos o los fitatos.

¿Cuáles son los síntomas?

La aparición de síntomas es el motivo de consulta en el 65% de los casos.

Los síntomas clásicos son astenia, palidez, dificultad respiratoria, acufenos, cefalea, sensación de inestabilidad cefálica, palpitaciones, disminución de la tolerancia al ejercicio, irritabilidad o depresión así como síndrome de piernas inquietas.

Acuda a su médico si presenta esta sintomatología. Si las pruebas médicas revelan que tiene déficit de hierro, su médico le indicará qué terapia debe seguir para restablecer los niveles normales.

¿Cuál es el tratamiento?

Algunos casos de ferropenia pueden resolverse con medidas dietéticas sin precisar tratamiento farmacológico. Sin embargo, en la mayoría de los casos se instaurará un tratamiento farmacológico.

El tratamiento de elección es la administración de ferroterapia por vía oral, aunque en determinadas situaciones puede requerirse el aporte de hierro por vía intravenosa.

La elección entre el uso de presentaciones orales o parenterales va a depender de una serie de factores como la rapidez de la instauración de la anemia, su gravedad, la coexistencia de tratamiento con agentes eritropoyéticos y de patologías concomitantes,

la disponibilidad de compuestos parenterales y la capacidad del paciente de tolerar el tratamiento oral.

Además, del tratamiento del déficit de hierro, que curse con o sin anemia, todo paciente debe ser estudiado para la identificación de la etiopatogenia de la anemia y el tratamiento de la patología subyacente.

¿Puedo hacer algo para mejorar mi estatus férrico?

La ferropenia debe investigarse y también abordarse desde un punto de vista terapéutico por su médico. Sin embargo, podemos adquirir una serie de medidas dietéticas que sin duda contribuirán a una mejora del estado ferrodeficitario.

Se diferencian 2 vías de absorción del hierro dependiendo de la forma en que se encuentre, siendo el hierro hemo (contenido en los alimentos de origen animal) el de mayor absorción. El hierro no hemo se encuentra en nuestra dieta en un porcentaje mucho más elevado aunque, su absorción es más compleja. El hierro no hemo también se halla en carnes, pescados y aves, pero fundamentalmente en huevos, granos, frutas y verduras.

Para optimizar las dietas es recomendable una dieta variada aumentando el consumo las fuentes de hierro unido al hemo y reduciendo los inhibidores de la absorción.

El uso concomitante de calcio y hierro disminuye la absorción del hierro. En caso de tomar antiácidos, se recomienda hacerlo con una separación temporal de una o dos horas respecto a los suplementos de hierro. Además, la absorción de los suplementos orales estará favorecida si se toman junto con zumo de naranja. 

¿Qué ocurre si no corrijo el déficit de hierro?

En caso de que no se corrija este déficit y se mantenga durante un periodo prolongado de tiempo, podemos llegar a desarrollar anemia ferropénica, por lo que es importante que consulte a su médico ante la presencia de cualquier síntoma.

References

- Lopez A, Cacoub P, Macdougall IC, Peyrin-Biroulet L ; Iron deficiency anaemia. Lancet. 2016 Feb;387(10021):907-16. Epub 2015 Aug 24.
- Price EA, Mehra R, Holmes TH, Schrier SL. Anemia in older persons: etiology and evaluation. Blood Cells Mol Dis 2011; 46:159.
- Sermini CG, Acevedo MJ, Arredondo M. Biomarcadores del metabolismo y nutrición de hierro. Rev Peru Med Exp Salud Publica. 2017;34(4):690-8.doi: 10.17843/rpmesp.2017.344.318.
- Nutritional anaemias: tools for effective prevention and control. Geneva: World Health Organization; 2017. Licence: CC BY-NC-SA 3.0 IGO

Anemia durante el embarazo

La anemia es una condición resultante de una disminución del número de glóbulos rojos o de hemoglobina en la sangre a un valor inferior a la media para la edad y sexo, lo que se traduce en una dificultad para transportar el oxígeno en los tejidos del cuerpo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la anemia por carencia de hierro es la deficiencia nutricional más común en el mundo, especialmente en los países emergentes.

El hierro es necesario para desarrollar una placenta sana que soporte el crecimiento del bebé, y para protegerla ante eventuales pérdidas de sangre durante el parto. Aunque no se haya desarrollado una anemia, las reservas de hierro del feto pueden verse comprometidas si los niveles de hierro de la madre son bajos.

La causa más frecuente de anemia patológica durante la gestación es la anemia por déficit. Aunque hay otras causas menos frecuentes que también hay que vigilar como: anemias secundarias a hemorragias, anemias autoinmunes o secundarias a procesos infecciosos o inflamatorios crónicos.

La deficiencia de hierro materno durante el embarazo como el parto prematuro aumentan el riesgo de deficiencia de hierro en el lactante. En las poblaciones en las que la deficiencia de hierro materno es frecuente, la administración de suplementos de hierro durante el embarazo es beneficiosa para la salud del bebé.

Algunos niños son diagnosticados en el contexto de una enfermedad aguda, momento en el que la palidez y la fatiga pueden ser más notables. Mucho menos frecuentes son los lactantes con anemia grave, que se presentan con letargo, palidez, irritabilidad, cardiomegalia y taquipnea.

References

- Anemia in Pregnancy: ACOG Practice Bulletin, Number 233. Obstet Gynecol 2021; 138:e55.
- Kumar A, Rai AK, Basu S, et al. Cord blood and breast milk iron status in maternal anemia. Pediatrics 2008; 121:e673.